marzo 03, 2007

Corazón de Cristal

Este texto lo escribí en un día en que sentía un tráfico sentimental interno, hace meses. Ahora, me identifico poco con él. Pero bueno, uno le guarda un poco de cariño a cada uno de sus escritos...




Quisiera arrancarme el corazón…
Se ha hecho tan frágil…
De cristal viejo.
Cada latido emana dolor y, junto con la sangre, la angustia se esparce hasta la arteria más pequeña de mi cuerpo, dejándome débil, antipática, vulnerable… Sin fuerzas para vivir…
¿Por qué está pegado el corazón a nuestro cuerpo?
¿Acaso no sería tan fácil poder extraerlo de nuestro pecho a nuestra voluntad?
En este mismo momento se ha metido una piedra en él. La acabo de sentir. La tragué por la mañana, sin querer. Ahora me doy cuenta de lo mucho que duele el transitar de la piedrita: carcome mi carne, dificulta los latidos; los hace más lentos para que al momento de pulsar sean más intensos y dolorosos… Como una daga atravesando el cuerpo.
Debí de haber puesto más atención. Intentaré no volver a tragar piedrillas por accidente. ¿Pero cómo? Si ahora que mi corazón se ha hecho de cristal, todo corre a mi alrededor y yo sólo… estoy.
Ni siquiera se le puede llamar vida a mi estado de existencia; la antipatía e insipidez han hecho que mi alma sea ecuánime a la de un vegetal que solo mira con envidia como los demás seres con vida corren y ríen, lloran y disfrutan... viven.
Maldita insipidez. El sin sabor de mi vida me tiene harta… Sólo disfruto de la felicidad de los demás... Me saboreo los labios al verla... Me sonrío al ver a alguien sonreír… Pero por mi misma es imposible.
No se bien que hacer.
Puedo ir a la ferretería a comprar cemento para mi corazón. Así se hará mas resistente…..
Vamos, que tontería. Al ser de piedra sentirá las cosas menos que antes, y continuaré viviendo la vida sin sabor alguno..
Puedo también hacerle un ingerto de carne. Si.. Llenarlo de sangre y músculo para que recupere su vitalidad… La insipidez sería inexistente, pero mi vulnerabilidad sería enorme.. Sufriría más de lo que sufro ahora..

Casi pierdo las esperanzas.
Si es que sea posible tener esperanzas en medio de toda esta irrealidad…

Mi única opción es...

Arrancarme el corazón.

Si.. Creo que sería lo mejor… No existiría la inspidez, ni la apatía, ni la vulnerabilidad.. Sería imposible, porque no tendría mi fuente del sentir, mi cáliz de sentimientos.. mi músculo vital.
Lo arrancaré cuando se me vuelva a meter una piedrita..

Si tengo un poco de suerte, puede crecerme uno nuevo. Resurgiría cual fénix. Solamente faltaría encontrar la semilla del símbolo de la vida; del corazón… ¡¿Dónde encontrar una?! Es más difícil de lo que pensé.. Ante todo esto, me pregunto…


¿Quién tiene la semilla de mi futuro corazón?

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